Rickshaws y rickshaw wallahs.

Hacía tiempo que quería escribir una entrada sobre esto.

En la página de este blog dedicada al rickshaw, ya expliqué un poco lo que es este cacharro. Ahora que los he visto y sufrido sobre el terreno, puedo decir algo más.

Para empezar, resulta que los colores cambian dependiendo del estado. En Delhi, todos eran amarillos y verdes, mientras que en Agra, además de estos colores, también se llevaba mucho el marrón-negro-amarillo. Lo que me gustó de los de Agra es que la mayoría estaban muy cuidados y adornados. Con asientos de colores chillones y brillantes, algún motivo en los respaldos, normalmente una o dos flores o corazones, tiras de papeles de colores (como los que sirven para adornar una sala de fiestas) o de flores, colgando de los espejos. Mucha imaginación, vaya. Aunque no vimos ninguno con una zanahoria colgando en el frente, ni duchas, ni sistemas de propulsión de oxígeno.

Otra curiosidad son las frases que escriben en la parte trasera o los laterales: ‘horn please’ (claxon, por favor), ‘welcome’ (bienvenido) o ‘keep the distance’ (mantén la distancia). A lo primero todos hacen caso, a lo tercero no.

También en Agra, vimos uno de los rickshaws escolares que mencionaba en la página pero, al contrario de lo que digo en ella, este era de tamaño normal. Cuántos niños hay metidos dentro y cómo pudieron meterse, es para mi un misterio. Que cada uno haga su apuesta a juzgar por la foto (sé que Andy tiene la misma foto, pero es que se me ha adelantado).

En Jaipur y Cochin parece que la moda impone el marrón-amarillo-negro. Lo que no cambia en ningún lugar es la persistencia de los rickshaw wallahs, que ya he comentado muchas veces en mi blog.

Hubo uno en Agra, este de pedales, que después de decirle que queríamos andar hasta el hostal, en vez de dar la vuelta y marcharse, siguió pedaleando a nuestro lado durante una media hora. La imagen era curiosa: dos extranjeros, un rickshaw wallah en su triciclo y dos niños andando detrás de nosotros, que se unieron en el camino, sin hablar. Extraño grupo.
Al final, como nos equivocamos de calle y no encontrábamos el hostal, le preguntamos y, ya cansados, accedimos a subir a su triciclo. Así que su paciencia tuvo recompensa.

Todos los rickshaw wallahs utilizan las mismas frases para atrapar clientes. La primera vez que uno dijo que su rickshaw era el ‘indian helicopter’ (el helicóptero indio), nos hizo gracia. Al tercero ya era evidente que era un eslógan publicitario muy trillado.

Para comenzar una conversación y ganar tu confianza, te preguntan de dónde eres. A dónde vas después o qué lugares has visitado, para ganar un cliente para el resto del día. Cuánto tiempo vas a permanecer en la ciudad, para asegurarse un cliente durante unos cuantos días y ofrecerte “tours” y, lo peor, llevarte a tiendas caras donde les dan comisión solo por llevar turistas, más alta cuanto más gastan los ingenuos. Hay que evitar que te atrapen porque tienen una habilidad especial para liarte.

One thought on “Rickshaws y rickshaw wallahs.”

  1. Ok. All the buena suerte in el mundo for vos. Happy Christmas and please do try end up in hospital over the next month or so.

    I am back in England being mimado and getting fat – back in Elfo Street on the 30 – where Donald is being a well behaved room mate. Strange?

    Take care and sorry about the Spanglishhhh.XXXX

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